Yamaha XV 1900 Midnight Star .Bonita,bonita,bonita...
Casi todos los de mi generación hemos soñado en poseer en algún momento de nuestra niñez dos cosas: Un camión y una bicicleta. El camión lo tuve y lo recuerdo enorme, de madera pintada y con un morro salido como eran todos los camiones de los años 50. Lo arrastraba por debajo de la mesa del comedor de casa que era mi lugar preferido hasta que descubrí que tirando una silla al suelo y metiéndome debajo del respaldo podía conducir con un plato a modo de volante, un camión casi de “verdad”. Supongo que esa fijación infantil en los niños americanos ha sido la causante de que veamos en EEUU esos enormes y largos súpertransporters (los llamados popularmente “trucks”) recubiertos de cromados impecables y que circulan como verdaderos portaviones por las autopistas americanas. Bici no tuve nunca, pero sí fui el primero de mi cole, el Padre Claret , en tener un ciclomotor Ossa 49c.c.,cosa que en aquellos tiempos y con 14 años era muy inusual.
UN PRECIOSO CAMION DE DOS RUEDAS
Hace cuatro años –yo entonces tenía una Suzuki V Strom- fui a visitar a la familia Boquet, propietarios del concesionario Yamaha en Mataró. Mientras hablaba con el recepcionista, mi atención se quedó clavada en una moto enorme y bellísima de líneas que presidía la zona de exposición. Era una neo-clásica (neo- streamliner que dicen en USA) ....
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