La Yamaha Tricity 125 es un seguro scooter para ciudad y también un "todocamino" para pasear.
Si eres de los que no te gustan los tres ruedas...espera hombre, no te vayas de la página ahora porque, a lo mejor, podrías descubrirle interesantes virtudes a esta sencilla y económica Yamaha Tricity 125. Ya te digo, aparte de sus cualidades como excelente ciudadana, lleva también, con sus lógicas limitaciones, una parte de aventurera. A mí me recuerda la moto de nieve que tuve durante unos días en un viaje Canadá y como pruebo lo que me gusta, aunque no es novedad en el mercado, pues aquí está.
La Tricity fuera de la 'city', tiene muchas vías abiertas.
Si vives en Galicia, Asturias, Santander o en el
país vasco, zonas donde se supone que llueve bastante y utilizas la moto para trasladarte
a tu lugar del curro, ya sabrás que "bonito" no es exactamente la
mejor palabra que define un día de fuerte tormenta. Sobre todo porque tú vas
intentando ser más fino que Crutchlow en la última carrera de Moto GP de
la República Checa para no dártela.Ya te lo digo, si viviera en Coruña o Gijón, por ejemplo, tendría como utilitaria del día a día una de esas motos ...eh, eso siempre, además de mis dos motos.
En asfalto se agarra como una lapa
Es igual. Si vives en Madrid o Barcelona ya
sabes que las trampas aparecen, además de la lluvia, de diversas formas. Sobre
esa Yamahita con sus tres gomas-lapa es más que probable que evites esa caída
causada por el coche de delante porque,
y a pesar de tu escapatoria forzada y en su límite de inclinación, siempre se
mantiene estable. Idem de lo mismo sobre un paso cebra y desde luego no te vas
a caer subiendo un bordillo porque sus dos ruedas delanteras se adaptarán como
un traje a medida a la orografía del terreno aunque tú no veas lo qué pasa
debajo tuyo.
La Tricity o lleva un ángel custodio incorporado o la herradura de la suerte como elemento de serie y ahora justamente está en oferta limitada (y tiene que ver en ello la llegada del Euro 4) .Te la puedes comprar por 3000 €. (400 más con ABS). Sí, te la puedes comprar pero hazlo sabiendo que tiene sus límites porque nunca pasaras de 100kmh.Y luego a mí, no me mires mal.
¿Y por que no ir a buscar setas al monte?
MOTOS, ESCÚTERES, TRICICLOS O CUADRICICLOS
La Real Academia de la Lengua Española define, así de simple, a una escúter como "Motocicleta ligera". Es un "dogma " al que me agarro y que me permite colocar, por si a alguien le suena raro, el título que más me gusta para este artículo: LA MOTO QUE NO SE CAE .Vale, de acuerdo, eso se ha de entender en términos genéricos y apelando a su especial estabilidad porque caerse, caerse, alguna vez se caerá, claro.
Esta Yamaha Tricity 125 no está englobada en la
categoría de "triciclos" por no superar legalmente el ancho requerido
del eje de las ruedas delanteras como así lo hacen sus competidoras las
Piaggio MP3 o Peugeot Metrópolis, PEUGEOT METRÓPOLIS RS 400. PARA LOS
QUE VAN Y PARA LOS QUE VIENEN, un truquillo que les permite montar
motorizaciones de cilindradas respetables ( 300 cc, 500cc y 40 cv) y poder
conducirlas sin más los poseedores del carnet de coche. También se suma a éstas
el triciclo y cuadriciclo suizo Quadro.
Los acabados son de muy buena calidad
Monta un sencillo motor de 125 de dos válvulas
que también pueden conducir sobradamente (el tope legal está 15 cv) los
automovilistas sin carnet de moto. Más cilindrada limitaría su uso comercial
porque ya se necesitaría el carnet superior. Existe un Tricity de 155 cc con 15
cv presentado este año pero por los motivos reseñados, y bien que le vendría
ese motor, no vendrá aquí
En todo caso y aceptando que esa motorización de un cuarto de litro -para qué nos vamos a engañar- es muy modesta con una potencia justita de prácticamente 11 cv -mmm...no apostaría por esa cifra creo que optimista - el producto en todo lo demás es de una manufactura excelente.
Se erige como la reina del mambo porque al lado de sus rivales "multiruedas", menos en prestaciones, resulta imbatible y primero en precio porque el más barato de ellos, el Piaggio Yourban 300, cuesta el doble y las versiones top del Peugeot 400, el Piaggio MP3 500 o del Gilera Fouco, casi el triple.
Pero también resulta espectacular la diferencia de pesos entre ellos: el más ligero de los Piaggio, el Yourban 300, lo separan del Yamaha Tricity 60 kilos y eso, para tener una idea de lo que nos jugamos, son algo más de 8 garrafas de agua mineral de 7 litros cada una. Ata las garrafas a tu moto y verás qué alegría de agilidad.
Pero si lo comparamos con el Peugeot Metrópolis 400 ¡hay más de 100 kilos de diferencia!
En todo caso y aceptando que esa motorización de un cuarto de litro -para qué nos vamos a engañar- es muy modesta con una potencia justita de prácticamente 11 cv -mmm...no apostaría por esa cifra creo que optimista - el producto en todo lo demás es de una manufactura excelente.
Se erige como la reina del mambo porque al lado de sus rivales "multiruedas", menos en prestaciones, resulta imbatible y primero en precio porque el más barato de ellos, el Piaggio Yourban 300, cuesta el doble y las versiones top del Peugeot 400, el Piaggio MP3 500 o del Gilera Fouco, casi el triple.
Pero también resulta espectacular la diferencia de pesos entre ellos: el más ligero de los Piaggio, el Yourban 300, lo separan del Yamaha Tricity 60 kilos y eso, para tener una idea de lo que nos jugamos, son algo más de 8 garrafas de agua mineral de 7 litros cada una. Ata las garrafas a tu moto y verás qué alegría de agilidad.
Pero si lo comparamos con el Peugeot Metrópolis 400 ¡hay más de 100 kilos de diferencia!
Observa si no el clip de del tío que se lo pasa pipa sobre el hielo y
sobre todo el de la entrada a la caótica ciudad prácticamente
inundada y que va superando casi en exclusiva y fumándose un puro
las dificultades que se le aparecen yendo a su trabajo.
Se pueden intuir las caras de boniato de los motoristas
"tradicionales" mirándolo desde la cuneta.
Desde luego su conducción no es ningún ejemplo a seguir pero,
aunque sea una contradicción, lo cierto es que ese pájaro
que dirige la "Zodiac Tricity con motor Yamaha de 10.9 cv"
nos ha dejado ese documento -que no es publicitario aunque lo
parezca- de las posibilidades de una 125 cc en una gran ciudad y
abriéndose paso entre el caos.
Es fácil de entender que la conducción entre el pequeño scooter Yamaha y entre los otros, además del impresionante Metrópolis -que dicho de paso no me importaría hacer un viaje largo con él por las humedales de Europa- sea muy notable en la facilidad de conducción, pesos y maniobrabilidad.
Es cierto que el Tricity no dispone del bloqueo electro-neumático que sostiene verticalmente a los de su competencia en parado y que es realmente muy útil para dejarlos aparcados o contigo encima ante un semáforo. Tampoco lleva freno de mano pero sinceramente creo que no lo necesita gracias a su peso récord de 154 kilos en orden de marcha y su centro de gravedad especialmente bajo que lo mantiene estable. Es sorprendentemente ágil y moviéndolo en parado a mano, parecido al de cualquier scooter 125.
DEFECTOS ...POCOS
Este Yamaha es bastante pequeño, corto y compacto. Estéticamente yo lo encuentro refinado y equilibrado pero ...sobre gustos no hay colores...
Admite bien las tallas pequeñas y medianas y ...algo más. Las piernas van muy relajadas formando ángulo recto y sentados quedamos como si lo hiciéramos en una silla. El espacio para alojar nuestros pies en la plataforma es justo sobre todo si estos exceden de una talla 43. Los pies más grandes quedarán obligados a sacar las puntas al exterior. Un punto importante es su plataforma plana que ofrece un buen acceso.
Su protección es buena, el contra-escudo queda muy cercano pero nada tropieza en él, de hecho, y midiéndolo, es algo mayor que el de la Honda Scoopy 125 o 300. Eso irá bien para el frío y lluvia aunque la pequeña pantalla resulta muy insuficiente. Mejor una más alta. (El deflector de las fotos es un prototipo Puig).
El asiento no es que te empuje hacia delante -una crítica generalizada de otros probadores -sino que a mi entender está anclado demasiado avanzado. (Mi talla 1,75mts)
La verdad es que lo criticable no es mucho, quizás lo más notable es su motor demasiado justo, su asiento duro y algo limitado para el pasajero, unos amortiguadores traseros sin ninguna regulación y una tontería que no lo es tanto porque no se entiende que la válvula de la llanta de 12 pulgadas trasera sea de muy difícil acceso y no orientada hacia el exterior.
Las motos que últimamente vienen de los países asiáticos -no hay más que ver sus diseños- llegan a Europa con las necesidades y especificaciones ...
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